El análisis de la discusión paritaria hoy pasa por la inflación en aumento y los porcentajes ilusorios que el gobierno estima que debemos acordar los sindicatos. Lamentablemente avizoramos un año de conflictos a raíz de la puja salarial.
En caso de que no exista acuerdo de partes, si el Ministerio de Trabajo tiene que laudar, nos animamos a decir que no lo hará en favor de los trabajadores si consideramos que todas las áreas de esa cartera están a cargo de gerentes de grandes empresas, que ya sabemos cómo han actuado históricamente.
Sumada la devaluación del peso en diciembre, la pérdida del poder adquisitivo acumulada en estos meses es un hecho, y su proyección al resto del año nos obliga a discutir firmemente para lograr una recomposición salarial acorde.
Nuestro último convenio salarial tiene vigencia de octubre 2015 a marzo 2016. Por lo tanto, nos sentaremos a discutir salarios en el mes donde van a empezar a impactar además la suba del combustible, la energía eléctrica, el gas y las erogaciones por el inicio del ciclo lectivo.
Debemos recordar que durante los últimos seis años en la FATFA discutimos acuerdos salariales que en su gran mayoría se equipararon con la inflación o estuvieron por encima de ella, y eso hizo que pudiéramos recuperar un mayor poder adquisitivo del salario.
Las primeras paritarias del año de otros sectores ya están mostrando cuál será el panorama. Por lo tanto, estemos preparados para enfrentar una discusión salarial muy diferente a la que veníamos encausando especialmente desde 2003 cuando se reabrieron las paritarias libres en nuestro país.
Por Eduardo Julio
