A punto de dar el discurso de bienvenida a la jornada, la comisión directiva local le hizo entrega de una plaqueta recordatoria donde le expresaban el reconocimiento a sus cuatro décadas de militancia gremial. La sorpresa devino en un emotivo silencio y cerrados aplausos de los más de 400 asistentes al, desde ese momento, doble festejo.
En su discurso emocionado, Roque Garzón dijo algo que todos los trabajadores de farmacia saben de memoria: “Fui y sigo siendo un hombre de lucha”. Y enseguida invitó “a todos los dirigentes, tanto gremiales como sociales, políticos, empresariales, a trabajar por los que menos posibilidades tienen”.
Este dirigente oriundo de Salta, que nos enorgullece como conductor nacional de la FATFA, no ha dejado de luchar un día de estos 40 años por el bien de la familia de farmacia, desde su puesto de trabajo en Salta como en la Federación y desde su lugar como hombre de bien. Por eso, muchos más debiéramos tomar su ejemplo de entrega y hacerle honor a su capacidad en la defensa de los intereses de los trabajadores y también de la actividad de farmacia.