1 marzo, 2017

Paritarias 2017: un panorama poco alentador

El escenario de las paritarias para este año no es fácil. Según el Gobierno tiene un techo del 17%, porque aseguran que ese es el porcentaje de inflación anual que habrá en 2017, aunque para nosotros va a rondar el 26%.

Durante los últimos 12 años de gestión, las paritarias de la FATFA estuvieron por encima de la inflación, pero desde que asumió el Gobierno de Macri hay una nueva realidad, por lo tanto va a ser muy difícil la discusión salarial porque los empresarios se sienten respaldados por la política de este Gobierno de querer flexibilizar los convenios y esto queda demostrado cuando vemos a los gerentes de las empresas ocupando puestos en distintos estamentos del Estado. La actitud del Gobierno no es buena para con los trabajadores, al punto tal de que el Ministerio de Trabajo no homologó el acuerdo de bancarios, algo que debería haber hecho porque el Ministerio está para mediar entre las partes, pero no para aceptar o no el acuerdo de partes. De hecho, pasado los treinta días hábiles los acuerdos quedan tácitamente homologados, según la ley vigente. De todas formas como lo manifestamos en un párrafo anterior, para nosotros tampoco el 24% significa un techo paritario, si tomamos en cuenta los 6 o 7 puntos de pérdida del anterior acuerdo, producto de la inflación del año anterior que superó el 40%. Además, vemos como un hecho muy peligroso que el Gobierno se inmiscuya en los dictámenes de la Justicia que le dio la razón a los bancarios. Con respecto a la industria de nuestra actividad, los medicamentos han venido aumentando desde el año pasado. En 2016 la suba promedio fue del 145% en los productos de más salida. Sabemos que esta puja va a ser ardua, pero apuntamos a tener una paritaria, entre febrero y marzo, en la que trabajaremos para obtener el mejor acuerdo para los trabajadores de farmacia que debe regir desde abril. La negociación se presenta complicada y esto nosotros hace un año lo habíamos adelantado (Proyecto Federal N° 23, marzo de 2016) porque si bien había incertidumbre ya se empezaba a ver cómo las primeras medidas económicas comenzaban a complicar la situación. Estamos ante un Gobierno que defiende más a los empresarios que a los trabajadores, con baja de salarios, despidos, recesión y apertura indiscriminada de las importaciones, cuya consecuencia provoca la pérdida de fuentes de trabajo. Es un contexto en verdad complejo. Que esta situación se extienda depende de que el movimiento obrero defina un plan de acción con un programa, con un proyecto de país que nos incluya a todos y que parte de este Movimiento Obrero deje de hacer tantas concesiones, porque esto es peor que la década del ‘90.

Por Eduardo Julio

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