1 mayo, 2014

¡No hay más excusas! Los salarios ya no son la variable de ajustes de precios o la baja de rentabilidad en las farmacias

Los laboratorios no cumplen los acuerdos con el gobierno, el crecimiento de venta de unidades y el gran aumento de precios que han tenido los medicamentos en este último año, ya no les permiten esgrimir que las recomposiciones salariales son la variable de ajuste de los precios o de la rentabilidad de las farmacias.

Cada año cuando se produce la apertura de las paritarias para recomponer los salarios de los trabajadores de la actividad, casi al momento de abrir la mesa de negociación los representantes paritarios de la FATFA solemos escuchar que debemos medir nuestras pretensiones ya que, de ser muy elevada, impactaría de forma directa en la rentabilidad de las farmacias y por ende correrían peligro las fuentes laborales y la permanencia de los establecimientos farmacéuticos. Hoy podemos decir que, con el análisis de la realidad de todos los actores que intervienen en la cadena de comercialización del medicamento, este argumento ya no tiene asidero. Por eso los trabajadores de farmacia deben saber que hoy la realidad de la actividad es bien distinta a las que nos pretenden imponer.

Los laboratorios, únicos formadores de precios de la actividad, acordaron fijar y retrotraer los precios de los medicamentos al mes de diciembre 2013 y/o enero 2014 según ciertos casos (aunque en el medio de este acuerdo ya habían aumentado más de un 15% que nunca volvió a bajar), pero luego entre abril y mayo aumentaron buena parte de los medicamentos en un 5% como mínimo, según ellos para actualizar los valores que no fueron escuchados por el Gobierno.

Es importante aclarar que los medicamentos de venta libre o comúnmente conocidos como de venta sin receta “nunca “estuvieron incluidos en el acuerdo con el gobierno, y que estos productos se llevan más del 30% de la venta del mercado, no siendo esto un dato menor al momento de incluir estos productos dentro de la negociación.

Entendemos que debe haber sido una de las negociaciones más duras que habrá tenido la Secretaria de Comercio, ya que todos conocemos el accionar y el poder que ejercen los laboratorios para imponer sus políticas frente a cualquier tipo de propuesta que no sea de su agrado. Al punto tal que desde el gobierno están evaluando tomar algún tipo de medida con este importante sector y, además, están aconsejando y recordando que está en plena vigencia la ley de prescripción por nombre genérico o denominación común internacional DCI y que no se debe recetar por marca, como ocurre en la gran mayoría de los casos donde se prescriben los productos de los grandes laboratorios, que son los que están generando estos incrementos, con lo cual solo se benefician ellos como grandes actores de este mercado farmacéutico.

Por otra parte, los sectores empresarios signatarios del convenio colectivo de trabajo de nuestra actividad también obtuvieron una mejora en su rentabilidad, producto de lo que enunciábamos recientemente y también porque, según los datos estadísticos del último año en lo referente a la cantidad de unidades vendidas y del gran incremento que están teniendo los medicamentos, se ha convertido en un muy buen año en lo referente a la rentabilidad obtenida.

Haciendo referencia a los informes estadísticos es importante destacar lo siguiente:

En la Argentina se comercializan aproximadamente 1.800 principios activos, contenidos en más de 6.600 medicamentos (con sus correspondientes nombres de fantasía), y cerca de 14.000 presentaciones (cajas de productos) de estos principios activos o monodroga, en el mercado de los medicamentos bajo receta. Los 200 medicamentos más vendidos representan más del 55 % de las unidades vendidas y es además el 45 % de la facturación total de medicamentos. Más notoria es la concentración en el mercado de los medicamentos de venta libre o venta sin receta, aquí se puede observar una gran concentración, al obtener los siguientes datos: el 83% de las unidades vendidas se concentra en casi 100 productos y estos llegan a cerca del 80% de la facturación de los productos recientemente mencionados. Mucho más grave es la situación si profundizamos en que hubo y hay que luchar de manera desigual para que estos productos de venta libre no terminen siendo dispensados en cualquier comercio que no tenga nada que ver con la oficina de farmacias y mucho menos que no se encuentre bajo la supervisión de los profesionales e idóneos con que cuentas estas oficinas.

Estos datos dan cuenta de la gran concentración que se produce en las ventas por marcas, más que por principios activos o monodroga. Los laboratorios a través de sus estrategias de marketing históricamente han posicionado a sus marcas comerciales por sobre el resto, generando en la cultura popular la identificación de la misma como el nombre del producto.
Este sector viene registrando desde hace ya unos años un gran crecimiento, como consecuencia la Argentina llegó a ubicarse en el ranking mundial entre los 10 países de mayor venta del mercado farmacéutico tomado en valores.

Entendemos que los representantes de los propietarios de farmacias deben defender la rentabilidad de las oficinas de farmacias, haciendo frente a los avasallamientos que son víctimas por parte de los laboratorios, donde se les cuasi-imponen condiciones decididas de forma unilateral sobre de comercialización y ciertas condiciones de ella, que son muy poco usuales o demasiado incómodas para cualquier propietario de un comercio, más allá de que la farmacia sea otro tipo de comercio.
No debemos olvidas jamás que el medicamento es un bien social y que la oficina de farmacia es un servicio público impropio, y no es un simple comercio más. Con esa premisa y con la seriedad con la que lo expresamos, esta Federación trabaja año tras año para evaluar las políticas salariales a seguir, porque entendemos que debemos cuidar a toda la población para que pueda tener un buen acceso a las oficinas de farmacias de todo el país. Por ello mismo no atentamos contra su continuidad, su permanencia ni su crecimiento, pero tampoco podemos desconocer cuando los momentos son buenos para los sectores empresarios. Es allí donde, sin afectar el normal desenvolvimiento de las oficinas de farmacia ni la consecución de las fuentes de trabajo, nos articulamos en la negociación con los demás sectores para lograr que los trabajadores tengan la mejor y más acorde recomposición salarial según el momento actual y la realidad del sector.

Por Martín Sancaro

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