1 octubre, 2015

Análisis de la política nacional e internacional

Los trabajadores de farmacia en el marco de cada congreso anual analizamos la realidad política nacional e internacional, cuyos puntos principales conforman la Memoria que presentamos junto al balance para su aprobación por parte de los representantes de los sindicatos de todo el país. En esta nota, se transcriben estos puntos importantes para conocimiento de todos los trabajadores.

De la Política General

Esta memoria contiene un año más de compromiso y responsabilidad, es entonces el momento de realizar un recuento del trabajo desplegado y proyectar nuevos desafíos para el periodo que se inicia.
Las resoluciones políticas que vota anualmente el Congreso de Delegados deben constituir un documento declarativo para la acción de los trabajadores de farmacia del país, que nos permita marchar en unidad, con claridad, firmeza y coherencia.
El periodo que abarca esta Memoria (2014/2015) ha sido intenso en la vida institucional y gremial de la Federación Argentina de Trabajadores de Farmacia, lo cual nos obliga a redoblar esfuerzos para el próximo ejercicio y tratar de encontrar una solución a los problemas y demandas que aún tenemos. Ese será nuestro compromiso y el desafío por delante. Como dirigentes nacionales apostamos a construir un futuro mejor para nuestros Trabajadores, a partir del crecimiento de nuestros sindicatos de base adheridos a esta Federación, con el compromiso de que juntos buscaremos preservar y mejorar la calidad de vida de los trabajadores. El objetivo es avanzar y no ceder en las conquistas y beneficios ganados hasta hoy. Ésta continúa siendo la meta para el periodo 2015/2016.
Este camino es el que nuevamente nos animamos a transitar, para hacer de FATFA la mejor herramienta de los trabajadores de farmacia, que esté a la altura de los sueños que imaginaron los que nos precedieron.

De la Política Internacional

Si hacer predicciones en este mundo tan cambiante es difícil, acertarlas es casi imposible. Si no, que se lo pregunten a los analistas Económicos, que se la pasan haciendo futurología y casi nunca aciertan. No obstante esto, la situación convulsiva que ha vivido el mundo a lo largo del año 2014 nos puede dar alguna idea de lo que se avecinaba para el 2015.
El 2014 ha sido un año bastante difícil, marcado por la profunda crisis económica, la epidemia del ébola, la inestabilidad de Oriente Medio, la tensión entre Rusia y Occidente en relación a Ucrania, el surgimiento del Estado Islámico, varios desastres naturales y las tensiones territoriales de China con sus países vecinos.

El problema político fue que en muchos países del mundo se percibe un desgaste con los sistemas políticos existentes. En Europa, la mayoría de la gente se siente totalmente distanciada de su clase política y de las estructuras e instituciones que han venido dominando la vida pública los últimos 50 años (lo que se llama el “establishment”). La principal queja es que no han estado a la altura y no han sido capaces de adaptarse a los cambios importantes que están experimentando el mundo y las diferentes sociedades. Los ciudadanos están cansados de las “elites” que los gobiernan. Los niveles de impopularidad y de desapego de la política son muy preocupantes tanto en Europa como en Estados Unidos. Hay una sensación de frustración y de que no se ha gobernado para el pueblo, sino solo para ciertos intereses (sobre todo los económicos). En Estados Unidos, una de las principales encuestadoras sostiene que el 80% de los americanos no está conforme en cómo sus políticos los gobiernan.

Los innumerables casos de corrupción en varios países europeos (donde se destaca España) no han hecho más que agrandar la sensación de que las clases políticas piensan solo en ellos y no en la ciudadanía. Continuando con Europa, después de seis años seguidos de crisis, no se ve un liderazgo claro que permita salir definitivamente de la situación de estancamiento y poder seguir profundizando la Unión Europea, que permita ser más competitivos a nivel mundial.

Europa también adolece de una política exterior común que le dé más peso específico en la escena internacional. Esta inacción y falta de peso, que se añade a la decisión del presidente de Estados Unidos de dejar de ser el policía del mundo, ha dejado un vacío de poder tanto político como moral. Este vacío lo quieren ocupar muchos países. China es quien más peso específico está ganando y es hora de que países como India o Brasil (entre otros) tengan más voz en el gobierno mundial.
El accionar del G20 no es suficiente, sería importante democratizar las Naciones Unidas y que desaparezca el poder de veto que todavía tienen los ganadores de la II Guerra Mundial.

Es hora de redefinir las reglas del juego para que todos se sientan representados y se puedan tomar decisiones globales basadas en una gran mayoría de la población del mundo. En definitiva, democratizar la ONU, que son palabras mayores.
Por otro lado, también hay que analizar el desgaste de uno de los sistemas políticos más presentes en el mundo: el sistema democrático está claro que es un tanto imperfecto, pero es el mejor que hay, sin lugar a dudas. Pero eso no quiere decir que la democracia sea algo estanco e inmutable. Tiene que ser algo vivo que se vaya adaptando a las nuevas necesidades e inquietudes de los ciudadanos.

Esta situación está permitiendo que en Europa surjan diversos movimientos nacionalistas y populistas, que normalmente en la historia no han traído más que malas noticias.

Casos como el Partido de la Independencia del Reino Unido, el Frente Nacional en Francia, “Podemos” en España y “Syriza” en Grecia, son algunos ejemplos que están ganando gran presencia mediática y expectativas de voto.

Su ideología varía mucho de unos casos a otros, pero todos se aprovechan del profundo descontento de los ciudadanos hacia sus instituciones y sus políticos. La gente ya no se siente representada y quiere un cambio tajante al modelo y una mayor participación en las decisiones.

Por su parte, Estados Unidos está enfrentando en el 2015 un problema político que ha surgido de las últimas elecciones legislativas, un congreso y senado dominado por los republicanos se va a enfrentar a un presidente demócrata que está en su último mandato. Esto, probablemente, llevará a una situación de bloqueo que no ayudará a desarrollar nuevas leyes o a alcanzar acuerdos globales. Ya estamos viendo parte de esto y estaremos atentos a lo que resta del año.

De la Política Nacional

En lo que respecta a nuestro país, contamos con un Producto Interno Bruto (PIB) de más de US$ 540.000 millones, Argentina es una de las economías más grandes de América Latina. En los últimos años, nuestro país priorizó promover un desarrollo económico con inclusión social. En la arena internacional, mantenemos buenas relaciones con la mayoría de países de la región, en particular con Brasil y Venezuela. Su participación en el G-20, representando a América Latina junto a Brasil y México, le otorga una voz destacada en la formulación de políticas para la región.

La economía argentina se caracteriza por sus valiosos recursos naturales, que llevan al país a ser uno de los principales productores de alimentos, de la mano de la agricultura y la ganadería vacuna. La Argentina es uno de los mayores exportadores de carne en el mundo y el primer productor mundial de girasol, yerba mate, limones y aceite de soja. La apertura del mercado de China representa un impulso en la consolidación de un perfil exportador. El país ha crecido sostenidamente durante la última década y ha invertido fuertemente en salud y educación, áreas en las que se destina el 8% y el 6% del PIB respectivamente. Entre 2003 y 2009, la clase media se duplicó pasando de 9,3 millones a los 18,6 millones (equivalentes al 45 % de la población). Se ha priorizado el gasto social a través de diversos programas, entre los que se destaca la creación de la Asignación Universal por Hijo, que alcanza a aproximadamente 3,7 millones de niños y adolescentes hasta 18 años, el 9,3% de la población del país. En los últimos meses, el sector externo de la economía enfrenta importantes desafíos. Durante el 2014, la cuentas fiscales tuvieron un déficit primario del 0.9% del PIB y un déficit total del 2.5% del PIB. Los ingresos del sector público aumentaron 42.5% y el gasto 45%, con respecto al año anterior. En tanto, las previsiones de crecimiento para todo el 2015 van del 0% al 1%.

¿Patria o Buitres?… El conflicto con los fondos buitres, mediado por el representante “poco serio” del Dr. Thomas Griesa, fue una traba para el plan del gobierno de conseguir financiamiento externo. A finales del año 2000, el gobierno de De la Rúa conseguía un préstamo por casi 40 mil millones de dólares otorgado por el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el gobierno del Estado español. A cambio, estos organismos exigían congelar el gasto público y elevar a 65 años la edad jubilatoria de las mujeres. Unos pocos meses después, a finales del 2001, el gobierno intentaba reestructurar la deuda en una operación conocida como el megacanje. En concreto: a cambio de postergar el pago de la deuda, el gobierno aceptaba aumentar los intereses de la misma. Evitaron el pago inmediato, pero nos perjudicaron a mediano plazo.

Obviamente, con esta operación se beneficiaron siete bancos junto a David Mulford, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, ganando 170 millones de dólares en comisiones. Estas medidas no sólo no dieron el resultado esperado, sino que terminaron siendo, junto al Corralito, parte del detonante que movilizó al pueblo argentino a la calle para defender sus derechos. Todos ya conocemos el final: “el tiro les terminó saliendo por la culata”. Luego, con Rodríguez Saá como presidente en el histórico mes de diciembre de 2001, se decretó el tan famoso “default”: no se realizaban los pagos de la deuda que vencían por esas fechas. Hoy esta situación para muchos políticos es mala palabra, pero en su momento aplaudieron a Rodríguez Saá cuando lo anunciaba como una decisión magnifica.

En 2005, 2010 y 2013 con los Kirchner en la presidencia, la Argentina realizó un canje con su deuda externa: convenció a la mayoría de los prestamistas de que les iba a pagar, pero si ellos aceptaban cobrar menos de lo que les debíamos. Con el antecedente del 2001 donde se dejó de pagar la deuda, el 93% de los prestamistas aceptaron recibir menos de la totalidad de lo que les debíamos. La otra opción que tenían era no cobrar nada en lo inmediato, iniciar un juicio y buscar cobrar la totalidad. Esto fue lo que hicieron los famosos “holdouts” o también llamados “fondos buitre”. Exigieron que se les pague todo lo que se les debía. Entonces: ¿Que son los fondos buitres? Los fondos buitres son inversores “carroñeros” que compran bonos de deuda de países en crisis muy por debajo de su valor original, y luego exigen cobrar el total del valor a través de juicios. Esto es exactamente lo que están haciendo ahora en Estados Unidos a través del juez Griesa, y muchos medios opositores a este gobierno e inclusive políticos opositores están de acuerdo con que se pague y se den curso a las exigencia del citado Juez, algo realmente llamativo y declamativo de cuáles serán sus políticas de estado si es que llegan a ser parte del gobierno. El juez Griesa en su fallo obligó al Estado argentino a pagarles a los buitres la totalidad de lo que se les debía, el problema para el gobierno es que quienes entraron en el canje y aceptaron que el Estado les pague menos de lo adeudado, lo hicieron con la condición de que posteriormente nadie recibiera una mejor oferta que la suya (es la famosa cláusula RUFO, Derechos Sobre Futuras Ofertas en inglés). Por lo tanto el gobierno no podía pagarles más plata a quienes no entraron en los canjes. Y esto es justamente lo que pretende el fallo del Juez Griesa, que exige que se les pague a los fondos buitres la totalidad de la deuda antes que a quienes aceptaron el canje. Si hacíamos lo que nos pedía Griesa, los que entraron en el canje (93% de los tenedores de bonos) podían demandar al Estado por violar la cláusula RUFO y exigir que, al igual que a los buitres (el 7% restante), se les pague todo lo adeudado. Para evitar un tsunami de demandas, entramos en cesación de pagos a la espera del vencimiento de la RUFO para sentarnos a negociar, una medida que con la explicación enunciada pasa ser lo más acertado y atinado para la situación planteada. La cláusula RUFO venció el 1 de enero de 2015, por ende el gobierno ahora puede pagarles a los fondos buitres la totalidad de la deuda sin verse obligado a hacer lo mismo con quienes ya acordó para así dejar de estar en cesación de pagos y poder conseguir nuevos préstamos. Hay algo que es muy claro en el sistema económico mundial, el sistema capitalista se ríe de los deudores y los domina, como las casas del “casinos o ruletas o juegos de azar”, ellos siempre ganan.

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