Estamos cumpliendo nueve años de gestión al frente de la FATFA, llevando adelante el Proyecto Federal que significa la presencia activa de todos los sindicatos en la conducción nacional, la rotación de las reuniones periódicas del Consejo Directivo de la FATFA por cada provincia y la federalización permanente de las acciones y conquistas en pos de una mejor calidad de vida para los compañeros.
Son muchos los ejemplos que alimentan el crecimiento de nuestro Proyecto Federal, como los instrumentos que los hacen posible, incluso el nombre de esta revista y del programa de televisión que comunican el quehacer de la FATFA reiteran el concepto que nos mueve desde el 2004 cuando nos pusimos la camiseta nacional de los trabajadores de farmacia del país.
Hoy podemos afirmar que el compromiso asumido es un compromiso en marcha y que no se detiene aún en momentos críticos del país y menos aún en las etapas más pujantes.
Este año se hablaba de la instalación de techos paritarios para ponerle freno a la inflación. Nosotros nos cansamos de repetir que el índice inflacionario no crece por el aumento salarial, sino por los precios inflados de los productos que determinan justamente los formadores de precios. Tal es así que nuestra paritaria obtuvo un resultado muy favorable a los trabajadores con una recomposición salarial acorde a nuestros reclamos históricos. Esta mejora salarial resultante de una prolija mesa de negociación que propiciamos y donde los argumentos esgrimidos no dejaron lugar a los planteos empresarios, alcanza a todos los trabajadores de farmacia, quienes a su vez deben hacer cumplir el acuerdo porque es fruto de la fuerza colectiva de todos los sindicatos aunados en su organización nacional representativa, la FATFA. En otras palabras, es la fuerza federal, colectiva y solidaria la que permite estos resultados superadores cada año de los mejores acuerdos paritarios. En estos 10 años, tomando el 2003, cuando se reabrieron las paritarias, somos una de las organizaciones que mayor porcentaje acumulado ha obtenido.
Nuestro Instituto Superior de Formación Tecnológica es otra muestra de nuestra gestión federal. Nació pensado para todos los compañeros con inquietudes por jerarquizar su capacidad laboral y lograr un progreso económico. Incluso su modalidad multimedia lo pone al alcance de los trabajadores de farmacia de cualquier rincón del país. Y es una conquista institucional que figura también en nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, con lo cual muestra nuevamente la trascendencia de los trabajadores en la actividad de farmacia.
Así como vamos rotando las reuniones del Consejo Directivo por cada provincia, en virtud del Proyecto Federal siempre vigente, también vamos adecuando el proyecto a las nuevas realidades sociales que se analizan en los continuos encuentros con los secretarios generales de todo el país. Año tras año vamos inaugurando nuevas sedes, se van comprando propiedades, renovando la estructura edilicia de cada sindicato. Recientemente le tocó a la casa de nuestro sindicato en Santiago del Estero. La inauguración fue una fiesta de hermandad que tuvo la presencia de los dirigentes de los demás sindicatos hermanos que aplaudieron este nuevo paso y celebraron el crecimiento patrimonial.
No es casual tampoco que cada nueva sede contenga en su seno la gestión de la obra social, porque también nos enfocamos en que todos los compañeros y sus familias, sin importar donde residan, tengan los mejores servicios de salud que podamos lograr desde la OSPF.
Por esto la Obra Social del Personal de Farmacia, nuestra OSPF, es la destinataria de otra de nuestras grandes aspiraciones: su edificio propio. En pocos meses hemos avanzado en la construcción del nuevo edificio, en el predio lindero a la sede de la FATFA, que tendrá la atención del primer nivel y servicios de diagnóstico e imágenes, pensados para un acceso más directo a los servicios primarios de salud para la familia de trabajadores de farmacia. Un proyecto que la FATFA lleva adelante a pesar de las problemáticas propias y de las que son comunes a todas las obras sociales sindicales.
Estas muestras permanentes de las acciones dirigidas al conjunto de los trabajadores de farmacia son un mojón en la historia reciente de la FATFA que anhelamos multiplicar a lo largo y ancho del país, en esta gestión federal e inclusiva que sigue creciendo.
Por Roque Garzón