2 enero, 2019

La responsabilidad de brindar una salud digna a los trabajadores

El Directorio de la Obra Social OSPF tiene la responsabilidad de administrar y distribuir correcta y solidariamente los recursos que ingresan provenientes de los aportes que realizan los trabajadores en relación de dependencia, no solo de nuestra actividad sino de otras, como así también los monotributistas, los monotributistas sociales, Jubilados y el personal del servicio doméstico. En este contexto, la Obra Social debe ir adecuándose diariamente a la demanda médico-prestacional y no solamente desde el punto de vista médico sino también financiero, evaluando y disponiendo de los recursos para cumplir con todos y cada uno de los requerimientos, algo que se torna muy difícil, sobre todo en los últimos tiempos, por los altos costos de las prestaciones.

La incorporación de las nuevas tecnologías en el sistema de salud en estos últimos años ha multiplicado la evolución de la Medicina y avances científicos. Durante el transcurso del periodo analizado hemos recibido de los prestadores, cada vez con períodos más cortos de tiempo, la solicitud de ajustes en los aranceles prestacionales, producto de las variables económicas y la situación en general, esto agravado por la inestabilidad y la falta de previsibilidad del rumbo económico. El conjunto de estos factores se ve reflejado en las facturaciones mensuales, las cuales se han incrementado excesivamente, mientras nuestros recursos no han aumentado de la misma manera que los aranceles. Asimismo, el consumo de prestaciones médicas ha ido en aumento por diversos factores.

Ante este panorama, corresponde evaluar que las Obras Sociales estamos insertas en un escenario de gran incertidumbre, razón por la que diariamente buscamos nuevas herramientas para dar las respuestas prestacionales. Los recursos económicos con los que cuenta la Obra Social son los aportes del beneficiario y las contribuciones del empleador, y en este aspecto también se nos presenta el atraso en el cumplimiento del pago por parte de los empleadores. A esto debemos sumarle que las sumas no remunerativas obtenidas en paritarias no generan aportes a la OSPF, que tenemos afiliados por fuera de la actividad de farmacia (por la desregulación de obras sociales) cuyos aportes son menores por su nivel de ingresos, y tenemos monotributistas sociales -que han crecido en número- cuyo aporte es mínimo, y que muchas veces debemos otorgar prestaciones obligados por reclamos judiciales. Todo esto va en contra del financiamiento de la OSPF.

A pesar de lo expuesto, la Obra Social ha brindado todas las prestaciones médicas incluidas en el PMO Y PMA: atención del recién nacido hasta cumplir un año de edad, atención secundaria, que comprenden todas las especialidades que van desde la consulta primaria hasta las internaciones, operaciones, estudios diagnósticos, Salud mental, Rehabilitación, Odontología, Medicamentos ambulatorios y de Alto costo, HIV , Droga dependencia, epilepsia, Diabetes, Discapacidad, Salud Sexual y Procreación Responsable, trastornos Alimentarios, Trasplantes tratamientos Oncológicos , prótesis y ortesis, Traslados, Planes de Prevención, teniendo en cuenta que dentro de los ítems hay decretos y resoluciones que amplían más las coberturas.

En ese aspecto, cabe mencionar que la obra social ha respondido a las demandas prestacionales con efectores que nos permiten sostener este nivel prestacional, mientras que la FATFA fue en ayuda financiera de la OSPF para hacerlo viable.
El Directorio de la Obra Social sigue el camino que comenzó hace catorce años, y eso es posible porque lo sostenemos entre todos, renovando nuestro compromiso para que el trabajador y su familia accedan a una salud digna.

Por Graciela Audine

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