El mundo avanza en todos los órdenes del conocimien¬to, nuevas teorías traen otra visión de la realidad, la globa¬lización cobra formas inusitadas, la tecnología aplicada a la información recorre un camino incesante.
En este universo inabarcable, las sociedades, los pueblos, enfrentan desafíos crecientes en los que el secreto para no quedarse a la zaga es capacitarse, adquirir herramien¬tas del saber que nos posicionen adecuadamente.
Así como obtener un título tercia¬rio o universitario muchas veces no alcanza para acceder a un em¬pleo o para mantenerlo, sino que obliga a la actualización profesio¬nal constante, lo mismo sucede en las empresas, que exigen personal con mayores aptitudes y conoci¬mientos. Esto sin que la contrapar¬tida sea siempre puestos y salarios acordes con la capacidad del recu¬so humano -como gustan denomi¬nar a los trabajadores.
Conscientes de este panorama, la FATFA en 2007 lanzó el Instituto Superior de Formación Tecnoló¬gica, que año tras año mejora los planes de estudio, actualizó la mo¬dalidad académica con el sistema multimedial y, en definitiva, abrió nuevas puertas a los trabajadores de farmacia para su desenvolvi¬miento laboral actual y futuro, así como para la mejora salarial que el título de personal en gestión de farmacia representa.
Pero aun es mucho más lo que podemos lograr, por eso creemos que no solo debemos obrar con el ejemplo en cuanto a la formación permanente, sino también que es necesario ampliar nuestra visión de dirigentes, tener una cosmovisión del mundo en el plano político y económico, de las relaciones labo¬rales, del mercado de trabajo, del movimiento obrero nacional e inter-nacional, que nos permita defender siempre mejor los intereses de los trabajadores. Al presente, un diri¬gente sindical no puede quedarse solo en las reivindicaciones gremia¬les, sino dar respuestas integrales a las necesidades de los trabajado¬res.
Hoy estamos en una negociación permanente, en una “lucha” cons¬tante con profesionales, sean con¬tadores, abogados, gerentes de marketing, de recursos humanos, altamente capacitados que los em¬presarios incorporan a sus filas. Lo vemos cuando se desata un conflic¬to gremial o cuando nos reunimos para celebrar una paritaria, donde no solo discutimos salarios, sino sobre la salud y la seguridad e hi¬giene laboral, la capacitación para el trabajo, las condiciones del em¬pleo en general para lo cual debe¬mos desplegar una verdadera bate¬ría de recursos.
Por lo tanto, así como lo hacen los alumnos que pasan por nuestro Instituto, los dirigentes de la FATFA buscamos nuevas herramientas que nos sitúen a la altura de las deman¬das del mundo del trabajo.
Somos conscientes que un dirigen¬te sindical debe acceder plenamen¬te a información que le permita desarrollar estrategias en el corto, mediano y largo plazo, porque nos debemos a la organización que es preexistente a nuestro mandato y que continuará en el tiempo por largas generaciones.
La formación permanente de los cuadros dirigenciales es una rea¬lidad que hemos construido pen¬sando en el futuro de las organi¬zaciones representativas de los trabajadores de farmacia. Por eso también en el último seminario de capacitación sindical celebramos la incorporación de nuevos y jóvenes dirigentes, que han participado con mucha atención y entusiasmo lo que nos hace ver que estamos bien encaminados en el recambio gene¬racional intrínseco a los sindicatos.
Consideramos que formarse y capa¬citarse no solo brinda conocimien¬to, sino que da pautas de conducta que colaboran con el crecimiento, con el desarrollo del dirigente y de su sindicato. En este sentido, la for¬mación sistemática ayuda a visua¬lizar mejor los intereses y preocu¬paciones de los trabajadores que exceden lo abarcado estrictamente por la política gremial.
Es verdad que dirigente se nace, pero lo que implica hoy ser un lí¬der o un cuadro de una organiza¬ción gremial requiere de inteligen¬cia, trabajo, nuevas herramientas y ante todo compromiso con los tra¬bajadores, con sus sueños, con sus anhelos de una vida digna y con su proyecto histórico de Justicia Social para todos.
Roque Garzón
Secretario General